Prejuicios económicos
- Mujer inversionista
- 13 feb 2018
- 3 Min. de lectura
Tu situación económica es realmente un reflejo de muchos años de determinado pensamiento. Cambiar esos pensamientos y esos hábitos es un verdadero reto! Pero ánimo, que si así lo quieres, sí se puede.
¿Por qué decidimos abrir éste blog?
Como lo mencionamos en una entrada anterior, a varias de nosotras nos ha pasado lo que llamamos "el despertar financiero". Y en verdad que es un momento crítico en nuestra vida, marca un punto y a parte. Ese despertar es como quitarse una venda de los ojos y empezar a mirar a través de otros lentes completamente diferentes. Si pones atención a tu alrededor, verás que la situación financiera de la mayoría de las mujeres en verdaderamente preocupante. ¿Por qué de las mujeres en especial? Porque además de que vivimos en una sociedad con poco o nula educación financiera (escribimos desde México), los prejuicios que nos inculcan a las mujeres son más fuertes, incluso podríamos decir que llegan a convertirse en una verdadera barrera para nuestro crecimiento personal.
Si te pones a pensar y a recordar lo que ves en programas de televisión, revistas, anuncios, canciones y claro, lo que te enseñaron en casa, te podrás dar cuenta que es diferente a lo que se les enseña a los hombres en relación de las finanzas (específicamente y dejando a un lado todo lo demás).

Es cierto que la mujer desde hace algunos años ya desempeña una actividad económica, sin embargo, aún conocemos muchas amas de casa, por ejemplo. El problema no es que sea ama de casa, si no que en realidad no tiene un ingreso que le permita vivir dignamente sin depender de nadie, aunque haya sido un pacto como equipo (pareja), si algo le llegara a pasar al cónyuge, la situación financiera de la mujer entraría en caos y su calidad de vida bajaría al punto de la ruina. Y este miedo a veces nos pudiera detener a dejar relaciones caóticas, pero si miras más de cerca, sólo es eso: miedo. Miedo y falta de confianza en ti misma, porque no hay persona en este mundo que con las capacidades y facultades promedio no pueda sobrevivir por sí solo.
Otro caso, el opuesto, es cuando tienes una relación en la que dependes emocionalmente y no te das cuenta que tu pareja es en realidad un parásito. Sí, que sólo consume de ti y no aporta nada. Supongamos que tienes un trabajo o un negocio "promedio", avanzar sería un reto, pero avanzar con un lastre es prácticamente imposible. Ya sea que tenga un vicio o un simplemente le falten ganas de salir adelante es más probable que te jale hacia abajo a que tú lo jales hacia arriba. Puede ser una mala época, pero si es cuestión de actitud, es aún más difícil que logres que ésa persona salga adelante. También sucede algo similar con familiares (hijos o hijas) principalmente, que deberían emprender su vuelo y ser capaces de demostrarse a sí mismos que pueden valerse y ser independientes, pero en lugar de eso, toman tus logros y la comodidad que les ofrece el hogar. Y peor, si financieramente son un caos, son un manjar de malas decisiones económicas, es probable que te jalen hacia abajo o que te impidan crecer. La energía negativa es más fuerte, dejarse llevar es muy fácil.
Otros prejuicios
Al ser el hombre quien es el proveedor, como se suele considerar, pudieras caer en el error de pensar que es su obligación mantenerte o mantener tus gastos. Y aunque es lindo que un hombre tenga atenciones, siempre es mejor trabajar en equipo. Un equipo en donde ambos aporten y ambos sean responsables de sus finanzas. Por ejemplo, pagar una cena romántica puede ser un detalle lindo de cualquiera de los dos; o dar un regalo costoso en 14 de febrero, también puede ser de ambos; pagar por las experiencias que ambos van a tener, puede salir del bolsillo de cualquiera. El punto de este prejuicio, es que cada uno tenga la opción de elegir pagar o no pagar, no porque moralmente le corresponde a alguno, sino porque cualquiera de los dos tiene la posibilidad económica de hacerlo.
Las finanzas son tan importantes para las mujeres como para los hombres, no permitas que tus ideas machistas limiten tu crecimiento porque la libertad financiera es tener la opción de decidir qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo.
Y cuáles son tus prejuicios?
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